Psicología Clínica
Los servicios de psicología clínica en INSPYRA ofrece un espacio para explorar las complejidades de la mente humana. A través de la escucha y la palabra, se busca analizar el sufrimiento subjetivo y los factores que afectan la salud mental. En este entorno acogedor y profesional, el vínculo entre el cliente y el psicólogo se convierte en un espacio de transferencia donde se re-significan experiencias pasadas y se confrontan emociones.
Vivimos en un mundo cuya dinámica puede volverse asfixiante, y los efectos de esa presión ineludible encuentran su expresión en el cuerpo. El estrés extremo, al que tantas veces nos exponemos sin advertirlo, se manifiesta en reacciones fisiológicas que van desde la taquicardia hasta un deterioro del sistema inmunológico, generando trastornos de salud de gran magnitud. El cuerpo actúa como un puente entre el mundo interno y el externo. Cuando el primero se desborda, es el cuerpo el que habla, revelando lo que no se ha dicho, lo que permanece reprimido o simplemente lo que se ha intentado ignorar.
El cuerpo exterioriza recuerdos no deseados, pensamientos que parecen mejor no traer a la consciencia, emociones que se creía superadas. Y así, el malestar psíquico comienza a expresarse en lo físico: dolencias, insomnio, alteraciones en el apetito, incluso la incapacidad de medir nuestras respuestas emocionales. En este contexto, la ansiedad se convierte en una compañera constante, amplificada por la sensación de una carencia existencial que arrastramos sin poder identificar su origen. Nos encontramos, a veces, incapaces de entender el mundo que nos rodea, lo cual nos dificulta adaptarnos a las exigencias de la vida cotidiana y a las interacciones sociales.
En ocasiones, el miedo hacia los otros, o la culpa de no gestionar adecuadamente nuestras emociones, se combina con conductas autodestructivas que, lejos de aliviar el sufrimiento, lo profundizan. Nos refugiamos en vicios, intentamos seguir adelante sin detenernos a pensar en el presente, el pasado o el futuro, hasta que la angustia nos consume. Y, en medio de todo esto, el insomnio se convierte en un síntoma más de una mente que no encuentra reposo.
En ciertos momentos, es necesario contar con el apoyo de otros profesionales, como un psiquiatra, para acompañar el proceso terapéutico y garantizar una intervención integral. La intervención de un psiquiatra, por ejemplo, puede ser clave en la búsqueda de un equilibrio necesario para avanzar. Sin embargo, esto no implica descuidar el acompañamiento psicológico ofrecido en Inspyra.
La medicación, en muchos casos, funciona como un recurso temporal que permite abrir un espacio de análisis profundo sobre la vida personal y las complejas interacciones con el mundo exterior. Al reflexionar sobre el propio rol en este entramado, emergen cuestiones que abarcan desde lo emocional hasta factores sociales y económicos, los cuales no pueden ser ignorados. En este sentido, la economía, con toda su complejidad, se convierte en un eje que influye en el bienestar mental, y comprender su impacto es parte esencial de un proceso terapéutico integral.
Esta es una de las realidades que se acumulan y nos configuran en esta existencia. No se trata de evadir el sufrimiento, sino de enfrentarlo con las herramientas adecuadas. La convicción de que debemos estar siempre completos, sin espacio para el dolor o el aburrimiento, solo nos arrastra hacia un estado de ansiedad constante. Al no aceptar el malestar como parte inherente de la vida, se corre el riesgo de tomar decisiones impulsivas, alejadas de cualquier reflexión, intensificando el conflicto de existir en el mundo.
Es precisamente en el espacio terapéutico donde esas contradicciones, junto con los múltiples conflictos internos, encuentran un lugar para ser transferidos, explorados y comprendidos. La transferencia permite que aquello que parece inasible en el plano consciente emerja y pueda ser analizado con profundidad, abriendo un camino hacia una comprensión más amplia de lo que verdaderamente afecta, desde lo personal hasta lo que ocurre en el entorno.
By Elizabeth VALERIA